viernes, 8 de julio de 2011

La trimestralización del curso escolar

Yo realmente estoy de acuerdo con la proposición, los descansos entre períodos son necesarios, más nosotros que luchamos con el cansancio mental. Aunque discrepo con lo de facilismo que se da, pienso que las personas deben hacer un máxime esfuerzo siempre, sino se malacostumbran. Otra cosa que no estoy claro con la evaluación, si realmente es más trabajo, más gasto, más tiempo en contra del docente


¿POR QUÉ LA TRIMESTRALIZACIÓN ES POSITIVA?
Publicado el mayo 24, 2011 por sortilegioseducativos
Como docente, he estado pensando (¿pensando?) mucho sobre esto de la trimestralización de la evaluación y la reforma al cambio de Calendario Escolar, que llamaré simplemente la trimestralización.

He escuchado muy atentamente los dimes y diretes de las partes, los esbozos de argumentos de Leonardo y los argumentos, algunas veces pertinentes y otras tantas no, de los sindicatos. Y debo decirlo con sincera honestidad: creo que la trimestralización no sólo es buena sino que, además, es necesaria.

Pero al escribir este sortilegio, mi pretención no es lograr una verdad absoluta ni una posición objetiva es, por el contrario, juntar ideas para compartirla con usted, colega, de docente a docente.

Pero vamos por pedazos para acomodar este arroz con mango que ha generado esta discusión:

1.¿Hay problema con la reforma al calendario? Aquí existen tres posturas sindicales difícil de sostener:
A.El nuevo calendario impide a la juventud de bajos recursos ingresar a trabajos de época navideña (sea en servicios, cafetales, etc). Lo que no entiendo es que el actual calendario también lo impide, pues en sana teoría los estudiantes deberían salir entre el 15 y 17 de diciembre.
También se quiere desconocer que las dos primeras semanas de diciembre serían para: proyectos artísticos-culturales y semana de pruebas anuales, por lo que la mayoría de estudiantes, al igual que ahora, ya estarían libres para la última semana de noviembre, con notas dadas, por lo que entre un 60% y 70% de estudiantes podría buscar trabajo. Por tanto, este argumento no es viable.

1.Las semanas de vacaciones entre trimestres aumentará la deserción-exclusión. Ese me parece un argumento bastante ridículo, me imagino al estudiante diciendo “vaya, tengo dos semanas libres, voy a abandonar el colegio”, como si la deserción-exclusión tuviese como causa la época de vacaciones.
Lo que no dicen, o no quieren decir, es que la deserción-exclusión que se da en las semanas de julio, vacaciones de 15 días, es producto de tres posibles factores: 1) problemas económicos, 2) desmotivación-aburrimiento y 3) sentimiento de fracaso. Las dos últimas integran el 70% de las deserciones-exclusiones.

Esta propuesta de calendarización atacaría la opción 3, en primer medida, ya que actualmente un estudiante que ha fracasado terriblemente en el primer trimestre, digamos que con nota 40, y se queda en el primer examen del segundo trimestre, que se hace en junio, pues ve como imposible la posibilidad de pasar. Y si eso le pasa en 4 o 6 materias, pues verá como opción más viable el abandono del cole.

Pero también ataca, indirectamente, el punto 2, ya que un estudiante que, con el sistema actual estaría quedado en 7 materias, podría salvar 3 o 4, lo que le motivaría más para pasar el año y, sobre todo, desde un punto de vista pedagógico, si paso la prueba trimestral significa que domina la materia y que al abordar los temas nuevos del segundo trimestre podrá entenderlos mejor, eso se traducirá en una mayor motivación para el aprendizaje y para su disciplina en clase.

1.Vacaciones: se argumentó, en un inicio, que la propuesta de calendarización quitaba una semana de vacaciones. Analizando el último borrador de la propuesta, es claro que no se quita ni un solo día de vacaciones por lo que el docente puede estar tranquilo.
Además, en la primera aplicación del nuevo calendario, sea en el 2012 o en el 2013, se ingresaría a clases en la primera semana de febrero, igual al calendario actual, y se tendrían las vacaciones trimestrales para salir la segunda semana de diciembre, por lo que en la práctica nos estaríamos ganando una o dos semanas.

El tema de perder vacaciones es insostenible y falso.

Esas son las tres grandes dudas en relación a la reforma del calendario, por lo cual es necesario que entremos al tema de la evaluación y lo laboral.

1.La trimestralización de la evaluación promueve el facilismo: Me preocupa este matiz reaccionario entre docentes, pues si fuese ese el parámetro de evaluación, todavía aplicaríamos los famosos exámenes de Estudios Sociales en los que se memorizaba todas las capitales de América y Europa (en 1960).
No podemos confundir facilismo con evaluación oportuna. En primer lugar, no tiene nada de fácil para el estudiante poder pasar con el nuevo sistema ya que, de ir mal, tendría que presentar tres exámenes. Algunos dicen que eso es premiar el facilismo pues puede ir mal en el trimestre o el año, y puede que no haga nada en clases, y esas pruebas le darían la oportunidad de pasar. ¿Pero acaso no es así con el actual sistema de dos convocatorias?

Incluso, desde un punto de vista pedagógico radical, resulta más facilista las dos convocatorias actuales en las que, de pasar una, el estudiante automáticamente salva el año. En cambio, con el nuevo sistema, el estudiante podría pasar las dos convocatorias trimestrales y, aún así, no salva el año a menos que se esfuerce en el tercer trimestre o pase la convocatoria anual.

Si somos pedagógicamente honestos, tenemos que aceptar que si de facilismos hablamos, el actual sistema es mucho más facilista.

1.Vamos a realizar más pruebas. Aquí hay una realidad, estaríamos realizando sólo una prueba más, pues con el actual sistema realizamos 2 convocatorias y con la propuesta realizamos 3. Ahora bien, puede ser cierto que este es el punto más sensible de la propuesta pues claramente es una carga de trabajo adicional. Ahí, creo, ha faltado la contra oferta sindical, por ejemplo, yo diría: a cambio de la trimestralización de la evaluación, se debe de dar las 8 lecciones de planeamiento distribuidas equitativamente (bueno en realidad sería pedir mucho) o, tal vez más probable, que el MEP autorice las pruebas con hojas de respuesta para agilizar la calificación de éstas. Pero los sindicatos han sido muy miopes para tan siquiera pensar en negociar.
Ahora bien, no hay que olvidar algo: el impacto cualitativo de la prueba de más. Es probable que, si las dos convocatorias trimestrales se realizan pertinentemente, el estudiante enfrente dos escenarios positivos: a) no tenga que ir a la convocatoria y b) si pasa la primera convocatoria puede ser, y ahí determinaría el comportamiento pedagógico del docente, que el estudiantado se motive y mejore su comportamiento-rendimiento.

Lo anterior (el impacto cualitativo) es algo que, aunque probable, no podemos certificar y variaría según las realidades de cada aula (estudiantes-docentes)

1.Tendremos que revisar pruebas de convocatoria trimestral en vacaciones. En la propuesta es claro que las convocatorias se realizarán al iniciar el siguiente trimestre, por lo que no es cierto que tendríamos que revisar pruebas en vacaciones. Sobre el tema de elaborar una prueba más al año, con el tiempo que implica, pues se aplicaría el punto 2 anteriormente explicado. Pero también hay que decir que, en el actual calendario, aplicamos una prueba de convocatoria en febrero, durante semana de vacaciones previas a entrada del curso. No sólo la aplicamos, sino que la hacemos y la evaluamos, por lo que la propuesta ministerial, al menos, debe ser reconocida por incorporar todas las pruebas dentro del período laboral de 200 días
Otras características a discutir:

1.Del desorden de inicio del curso. Actualmente, con el pésimo calendario escolar actual, los directores de colegios no pueden tener horarios y grupos listos al iniciar el curso lectivo pues en plena semana de inicio del curso (primera o segunda semana de febrero) a penas se están dando los resultados definitivos de la segunda convocatoria, por lo que durante dos o tres semanas, los grupos y los horarios cambian provocando caos.
Con la propuesta de reforma, por primera vez en décadas, podríamos tener un inicio de curso lectivo ordenado, pues desde diciembre del año anterior, ya cada dirección sabría cuántos estudiantes pasaron y reprobaron la convocatoria, lo que permitiría hacer los horarios de docentes y grupos desde diciembre o enero y, finalmente, llegar al curso lectivo con horarios definitivos.

1.¿Ruptura del proceso pedagógico?. Algunos sindicatos, irresponsablemente, afirman que las vacaciones entre trimestres harían rupturas en el proceso pedagógico de aprendizaje, principalmente en primaria. Primero que todo, bajo esa premisa, todos tendríamos que trabajar seguido de febrero a noviembre sin vacaciones de semana santa ni las de julio pues ellas también son una ruptura del proceso, sobre todo las de julio.
Segundo, se pretende ignorar que muchos sistemas en el mundo funcionan con sistemas parecidos y que, el proceso pedagógico de aprendizaje, no ha sido ni es objeto de rupturas dramáticas, ejemplos como Estados Unidos y Francia, ambos con modelos aplicados en Costa Rica (Anglo, Lincoln y Franco)

1.¿Es una reforma neoliberal? Me causa un poco de gracia la lectura tan sesgada que algún sector puede hacer, decir que esta reforma neoliberal es como asegurar que avancemos es un sistema socialista. La reforma es simplemente un acomodo de calendario y una propuesta de evaluación que, siendo honestos, podría aplicarse en una sociedad neoliberal, socialdemócrata y comunista. El frío no está en las cobijas, decían los y las abuelos(as).
2.Lo que ocupamos es la reforma integral. Nada más cierto que esta premisa, pero hay que ponerle un “aplica restricciones”. Primero que todo, la reforma propuesta no prendió, ni pretende, ser el primer paso de una reforma total, tampoco ofreció ofrecer los grandes problemas nacionales, por el contrario, es una reforma pensada para resolver un problema muy específico de la educación.
Negarse a valorar y asumir esa reforma es equivalente a decir “yo no voy a permitir que se arregle un aula en mi colegio porque eso es un parche, exijo la reforma integral”. En ese sentido, ese discurso de la “reforma integral” podría ser la excusa para estancar el sistema y no dar soluciones mínimas a los sectores más perjudicados por el MEP.

En segundo lugar, discutir-negociar esta reforma no impide, bajo ninguna circunstancia, iniciar la discusión de una reforma integral al sistema educativo pero, y ahí está el detalle (como diría Cantinflas) esa discusión debe iniciar desde los gremios.

Después de ver la reacción desestructurada, con ideas débiles, sesgos ideológicos, pugnas internas y hasta reaccionarias generadas por una propuesta tan simple, no puedo, ni quiero, imaginarme como sería el escenario si el MEP convocara a una reforma integral. Seguramente pasaríamos décadas entre posiciones ambiguas, acusaciones mutuas y discursos de plaza de pueblo.

Si los sindicatos y COLYPRO quieren una reforma integral generada desde las bases, pues en buena hora, ¡que la hagan! ¡que la propongan!, que lleguen y le digan a Leonardo Garnier “mire, estas 400 páginas es nuestra propuesta de reforma integral del sistema educativo, ha sido discutida y generada por 50 mil docentes, 1400 equipos de trabajo y 28 colaboradores como pares externos del proceso”

Pero bueno, en este momento es más probable que graduemos 5000 científicos nucleares a ver que pase eso.

El deber de los sindicatos y del magisterio en general es, ante todo, generar propuestas serias y democráticamente desarrolladas, que sean pertinentes y viables. Pero como muchos deberes, también se puede incumplir.

No quiero extenderme más pues ya es un sortilegio muy largo, pero les invito a unirse a las reflexiones serias, tranquilas y pedagógicamente pertinentes para que entre todos(as), cada docente, estudiante y padre-madre de familia, podamos tomar posición sobre la propuesta real y no la tergiversación que algunos(as) venden como verdadera.

Lo cierto es que, si estamos en contra de esta propuesta, deberíamos ser capaces de decir “ésta es mi propuesta sobre el calendario y la evaluación”, que hay otros temas y otra reformas necesarias, sí, es cierto, las hay. Pero en este momento hay un tema en específico en la palestra y sobre el cual podamos incidir.

Quien quita y por querer cambiar todo el bosque, al final terminamos sin llevarnos ni una triste hoja.

Un abrazo



Licda. Ma. Luisa Rosales Rodrìguez
Asesora Educaciòn Cìvica
maria.rosales.rodriguez@mep.go.cr
Regional San Josè Oeste